YA TIENEN LAS NOTAS DE SELECTIVIDAD, ¿Y AHORA QUÉ?

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Días convulsos para los jóvenes. Ya han salido las notas de Selectividad para los que quieren acceder a la Universidad y todas las notas para los demás. Se supone que ya está, que han dado por finalizados sus 15 años de enseñanza convencional y que están preparados ya para empezar a estudiar aquello que les gusta, a lo que después van a dedicar el resto de su vida. Eso, si tienen la suerte de saber qué es y además de haber alcanzado la nota que necesitan para acceder a esa carrera.

En la mayoría de los casos, nada más lejos de la realidad.

Casi todos ellos no han tenido ninguna oportunidad a lo largo de tantos años de descubrir cuál es su talento y qué es aquello que les apasiona y que quieren hacer el resto de su vida. Salvo contadas excepciones, no tienen un talento evidente que les lleve claramente a un camino concreto sino que han sido medidos por un número que difícilmente refleja quiénes son sino que realmente muestra su capacidad para adaptarse al sistema.

Hoy día, ninguno nos atrevemos a pronosticar como va a estar el mercado laboral dentro de tan siquiera 5 años. Aquello de hacer una carrera, encontrar un trabajo fijo y pasarse ahí 50 años hasta que te regalaban el reloj de oro, pasó a la historia. La mayoría de los puestos de trabajo del presente/futuro ni siquiera sabemos cuáles son y que nombres tendrán.

Por eso, lo importante es transmitirles principalmente tres cosas:

 

Que no dejen de soñar, y además de soñar en grande. Que si no sueñan ahora tendrán que volver a plantearse hacerlo 20 o 30 años después cuando sientan el vacío al que les llevó el piloto automático para hacer lo que se suponía que tenían que hacer.

Que el fracaso no existe. Que los españolitos somos mucho de etiquetar como fracaso cuando algo no sale bien, y en realidad, en otros lugares, como Silicon Valley, no te apoyan ningún proyecto si no has fracasado antes varias veces y demostrado tu capacidad para levantarte y empezar de nuevo. Hablemos mejor de “resultado no esperado” y como dice Albert Riba, dejemos que elaboren su currículum fracasional sin miedo, sencillamente viendo en cada paso una oportunidad de aprendizaje más.

Que seamos tolerantes con ellos si no aciertan, que nosotros también somos víctimas de este sistema obsoleto que prima la adquisición de contenido y conocimiento sobre el conocimiento profundo de uno mismo como pilar sobre el que sustentar todo lo demás para que sea indestructible. Que lo que necesitan es creer en sí mismos y ser ellos quienes decidan su itinerario formativo en cada momento en función de cómo evoluciona el mundo en el camino hacia su sueño, y siempre con la flexibilidad necesaria para adaptarse a cada momento y llevando las riendas de sí mismos independientemente de los vaivenes del entorno, que son y van a ser muchos.

 

Por eso, cada vez parece más necesario hacer algo para ellos. Como dijo Pedro Agüera, alumno de nuestro Programa de Marca Personal, ésta debería ser una asignatura obligatoria en el colegio, que les ayude a descubrir quiénes son y hacia dónde quieren ir y les dote de herramientas de marketing y comunicación que les sirvan para recorrer su camino y  mostrarse de forma coherente tanto en el entorno on-line, natural para ellos, como en el off-line.

Después de todo, donde seguro que les van a buscar va a ser en Google y son ellos mismos quiénes han de asumir la responsabilidad de decidir cuál quieren que sea su huella.

De todo esto hablamos Sandra Llabrés y yo el pasado miércoles en Tardes Inmediatikas.

 

Como siempre, un placer.

 

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