Echo la vista atrás, sólo un año, y me sorprenden muchísimo los cambios que han ocurrido.
Hoy, en un rato de tranquilidad después de una semana muy intensa, he releído el artículo que escribí en noviembre de 2016 con motivo del día internacional de la violencia de género, «A ti, mujer», y reconozco que no podía entonces imaginar que en tan poco tiempo las cosas fueran a cambiar tanto.
Por un lado, en el entorno general, se está cociendo algo grande, hay un despertar masivo en hombres y mujeres sobre la situación en la que hemos vivido hasta ahora, siendo víctimas de un sistema que ha perpetuado durante siglos un patriarcado que nos ha hecho mucho daño a todos y que no hemos elegido. Esa toma de consciencia que está ocurriendo hoy día es muy importante, porque el primer paso para cambiar algo, es verlo, darnos cuenta de que hay algo que no funciona y que es susceptible de mejora. Una vez que esto ocurre ya podemos después ponernos a trabajar para que cambie. Y siento que en eso estamos, abriendo los ojos, descubriendo tanto unos como otros que así no podemos seguir, que podemos vivir de forma más igualitaria, de una forma en la que nos acompañemos, no nos enfrentemos, y sobre todo dónde lo importante sea decidir volar y sentirnos acompañadas en el vuelo, y acompañar al otro.
De todo lo que está ocurriendo, me quedo con aquellas mujeres y hombres que tienen curiosidad por conocer el significado real de la palabra feminismo en vez de rechazarla por identificarla con algo radical. Y me quedo también con aquellos hombres que empiezan a darse cuenta de que todos, absolutamente todos, tenemos cosas que cambiar , que hay comportamientos tan anclados en nuestra cultura que ni unos ni otros nos damos cuenta y actuamos en piloto automático. Es muy recomendable la lectura de los artículos Yo, soy machista de Ignacio Escolar, Hartas, de Jordi Évole y ¿Día de la Mujer Trabajadora? de Jose Luis Casal.
Y por otro lado, en mi entorno cercano, en lo que se refiere a lo que podemos hacer todas y cada una de nosotras, también está pasando algo grande. Desde el pasado 15 de febrero, Mujeres que Marcan, ese proyecto que ha nacido de largas conversaciones entre Pilar Domínguez, Coco March, Mª Jose Aguiló y María Rosa Martin Benito, es una realidad que ha empezado a dar sus primeros pasos. Ha dejado de estar en nuestro imaginario para convertirse en realidad. Y eso es algo que me emociona.
Porque demuestra que todas y cada de nosotras podemos hacer algo, que no hace falta esperar a que otros hagan y que se trata precisamente de que nosotras, mujeres normales, pongamos en valor nuestras capacidades y decidamos que con lo que somos podemos hacer algo que sirva. No importa lo grande que sea, no importa a dónde llegue, lo importante es que estamos en ello, que hemos dado un paso y que le ponemos toda la energía de que somos capaces para que se haga grande, porque nos gusta soñarlo así.
No os voy a negar que a momentos da un poco de vértigo, que llenar un auditorio con 2.000 personas no es tarea fácil y que el tiempo pasa rápido y el 26 de mayo está aquí mismo. Sin embargo, estoy segura de que la magia que se despliega a cada momento en lo que hacemos es una muestra de que hay que hacerlo, de que no podemos parar. Seguro que todas encontraremos a quién contarlo y cómo difundirlo porque va a ser un día especial. Si asistes, queremos que te lleves sobre todo, la sensación de que tú también puedes hacer algo, de que todos, en nuestro entorno podemos mirarnos y avanzar hacia el equilibrio necesario para vivir juntos, en un mundo mejor.
Gracias infinitas a las chicas del equipo promotor, somos nosotras las primeras que estamos creciendo día a día con este proyecto y sólo así tendrá los cimientos necesarios para hacerse grande.
Y gracias también a todos lo que estáis cerca apoyando, colaborando y escuchando, esto es algo que construimos todos para todos, sólo así tiene sentido.
Me fascina imaginar como estaremos el 8 de marzo de 2019…